Bolsa bordada a punto de cruz por artesanos mexicanos wixaritari, artesanía indígena, morral huichol
Por FloryRaiz de Spain
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Yukavíma y Matzíua
Dimensiones: 31 cm. de alto x 29 cm. de ancho.
Correa: 99 cm. de largo x 3 cm. de ancho. La correa está fabricada en telar manual, y consta de dos partes, que se atan con el largo deseado.
Fleco de borlas: 29 cm. de largo Las borlas miden 7 cm. de ancho.
Las bolsas wixaritari: el kitziury tradicional, o morral, como la mayoría de los atuendos wixaritari, cuando son para uso ceremonial, están bordados a punto de cruz con hilo de colores. Los motivos suelen ser águilas bicéfalas, venados, ardillas, caballos, mariposas o flores, completando con grecas, rombos y líneas onduladas o zigzagueantes. Los bordados comerciales wixaritari se denominan shuiyá, y los bordados sagrados Masha Suiyá.
Técnica: se corta la tela de cuadrillé, y se cose al tamaño deseado. Sobre la tela se bordan manualmente los motivos a punto de cruz. Después se unen el anverso y el reverso de la bolsa, y se añaden la correa y los flecos de borlas. Tanto el anverso como el reverso están bordados manualmente a punto de cruz. El anverso lleva la imagen de una cabeza de ciervo. El reverso lleva la imagen de un ciervo corriendo.
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FloryRaiz
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Los Wixaritari se caracterizan por haber sabido conservar su cultura ancestral de una manera muy peculiar. Habiendo mantenido desde el siglo XVI hasta hoy una lucha constante por sus tierras y la preservación de sus tradiciones, han evitado caer en una búsqueda de conservación que podría petrificar su cultura. Por el contrario, mantienen una tradición viva y dinámica, con formas de expresión artística que han desarrollado resultados sorprendentes, ya que su arte tiende a la creación de lo nuevo y la expresión de experiencias individuales. El arte wixarico preserva la antigüedad mexicana sin rupturas ideológicas y trasciende la imitación de lo prehispánico, mientras se expresa en un lenguaje contemporáneo. No es una experiencia formal o estilística del idioma prehispánico, las imágenes son producto de la visión que persigue el artista. El proceso que lleva a su creación es una experiencia visionaria que se encuentra en el límite entre la muerte y el renacimiento, y requiere un gran esfuerzo. Sin este esfuerzo, solo quedaría la oscuridad y el caos. En las obras de arte wixárica no hay diferencia entre significado y significante. Para los wixaritari, el arte no es "representación". Cada obra es una entidad poderosa con su propia voluntad.